Esta historia es un remix de parte de las vidas que me contáis. Simplemente un homenaje a aquellas que se dieron cuenta y salieron, a las que la culpabilidad les mataba y a las que hoy leyendo esto les pueda ayudar en algo. Rodearos de mujeres fuertes que aporten, es una máxima para poder hacer de este mundo un lugar mejor y más justo. Sorodidad y empoderamiento, dos palabras potentes que nos pueden dar fuerza.
“Ella un día se levantó y ya no era la misma, lo peor es que no sabía en que momento su esencia había huído de su cuerpo, ese cuerpo dolorido por la tristeza y la desidia.
Ella siempre fué una mujer independiente y trabajadora, se creía libre porque lo era y en esa libertad vivió sus mejores años. Pasaba el tiempo y cada vez necesitaba más reafirmarse en su libertad, cada vez sentía más la necesidad de decirlo a otros en voz alta porque así ella se sentía mejor, porque en el fondo de su alma sabía que perdía vida a raudales.
Un día, casi sin darse cuenta dejó de bailar, dejó de hacer lo que le gustaba. Aquellas cosas que le hacían feliz se desvanecieron como el humo de un cigarro. Y ella pensaba que estaba todo controlado, que su vida era escogida por ella. Su mundo se movía poco a poco, como esos terremotos de pequeña escala que solo hace que los cimientos de tu casa se tambaleen, pero que son capaces de romperte ese recuerdo de los que no tienen ni repuesto ni precio, caigan al suelo y se rompan.
En esas vivía ella, con una persona al lado de la cual enamorada ella ayudaba a que la gente tuviera un buen concepto, justificando, poniendo palabras y hechos para poder soportar que ese mundo te estaba engullendo.
Cada vez ella elegía menos. Un día a él no le gustaba cierta ropa, al otro que ella saliera a bailar y sin darse cuenta ella, la fué colocando en una balda de su casa como si de una figurita de Lladró se tratara.
Poco a poco, de manera sibilina la fue empujando a una vida que no era la suya. Poco a poco le fue midiendo hasta el oxígeno que respiraba. Poco a poco su sonrisa se apagaba como el brillo de su mirada.
Convencida de su vida, la cual ya no era de su pertenencia. Un día se levantó, fue al armario a coger la ropa para vestirse y se dió cuenta de que ella no había elegido ni su ropa, ni sus amistades, ni ese trabajo que tanto odiaba, ni tan siquiera ese tiempo de ocio que cada vez era mas minúsculo.
Ese día ella se dió cuenta de que había habido tantos pequeños terremotos que al final su casa se había roto como su corazón y que encima no podía compartirlo porque ella había aguantado, había consentido y esa culpabilidad la mataba. Qué pensarían los demás, le harían responsable de lo que él le había quitado, le haría cómplice del trabajo de años y años de él para que no notara que le estaban robando todo”.
Esta es una historia ficticia, un conglomerado de docenas de historias de mujeres que me han escrito por mis redes para contarme sus vivencias. Una historia que nos podría pasar a cualquiera de nosotras y que somos las mujeres las que tenemos que empatizar, ayudar y apoyar sin ningún pero que valga. No hay excusa, la violencia y el sometimiento es responsabilidad del que lo aplica nunca jamás del que lo soporta. Un abrazo fuerte a todas, una beso en la mejilla de los que suenan como aquellos que me daba mi tía Rosa. Entendernos y apoyarnos es un arma mas poderosa de lo que creemos.
Empanada de bonito
Plato: Panes, bollos y masas, Recetas del mar, Recetas tradicionales6
raciones2
horas30
minutosIngredientes
- PARA LA MASA:
500 gr harina floja
120 gr de aceite de oliva virgen extra
185 gr cerveza rubia común
50 gr agua
8 gr sal
10 gr de levadura fresca panadera
Pimiento de Espelette (opcional)
- PARA EL RELLENO:
500gr de bonito del norte fresco
2 cebollas medianas.
1 pimiento verde.
1 pimiento rojo.
1/2 kg de tomate natural triturado.
2 huevos cocidos.
Sal.
Aceite de oliva virgen extra.
Instrucciones
- Ésta es una masa que tenemos que hacer con un día de antelación y dejar fermentando en frío. Empezaremos poniendo la harina, la levadura fresca y la sal en un cuenco grande. A continuación añadiremos el líquido, en el caso del aceite siempre quedará mas jugoso si es aceite del sofrito que haremos para el relleno pero aceite normal también nos valdrá.
- Amasaremos unos diez minutos, dejaremos reposar cinco y volveremos a amasar, hasta conseguir una masa homogénea. Yo suelo echarle pimiento de Espelette en polvo, os valdría también añadirle un poco de pimentón de la Vera para darle un toque. Una vez tengamos la masa bien amasada, la taparemos bien y la meteremos en el frigorífico entre 24 y 48 horas.
- Por otro lado picaremos bien de cebolla, pimiento verde y pimiento rojo, lo pondremos a pochar en una sartén con aceite de oliva, cuando esté bien pochado añadiremos el tomate natural triturado, una buena cantidad. Mientras se termina de cocinar iremos desmigando el bonito y picando los huevos que habremos cocido previamente. Añadiremos el bonito y el huevo, rectificaremos de sal y meteremos en un tupper para meterlo en frigorífico hasta que esté frío.
- Al día siguiente sacaremos la masa y el relleno. No hace falta atemperar la masa, es bastante manejable así fría. Partiremos la masa en dos trozos, unos de ellos un poco mas grande que el otro. Estiraremos en forma rectangular y lo pondremos sobre papel de hornear, pondremos el rellenos dejando un margen en los bordes de dos dedos.
- Estiraremos la otra parte de la masa y con ayuda del rodillo la pondremos sobre el relleno, cerraremos la empanada dando pellizcos (como podéis ver el el vídeo), pintaremos con huevo y hornearemos con el horno precalentado a 210 grados unos 15 minutos y 15 minutos mas a 200 grados (cuidado en mi vídeo que está rectificado, se me fué el santo al cielo y lo dije mal). Sacaremos sobre una rejilla para que se temple.
Vídeo de la receta
Notas
- Recomendaciones: Si tenéis un chapón o piedra para hornear no lo penséis dos veces y utilizadla. Por otra parte intentar, si no tenéis ninguna de estas dos cosas, hornearla con la bandeja del horno en la parte de la mitad para abajo del horno y no olvidéis calentar el horno al menos 20 minutos antes de utilizarlo.
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