¿Quiénes son los responsables de imponer qué es bello o qué no lo es? La verdad es que vivimos en un mundo complicado de por sí y nosotros nos empeñamos en complicarlo aún más. No entiendo por qué tiene que haber asociaciones tan mal intencionadas o soeces como pensar que la gente delgada siempre es feliz, triunfa o consigue siempre lo que quiere. Aquella época en la que las mujeres con curvas y con todas sus cosas y complementos era la belleza pura, aquellas mujeres que rellenaban aquellos vestidos de impresión, aquellas que mas que huesos se les marcaban piernas de infarto, pechos voluptuosos y mejillas rellenitas. Aquella belleza, sana y natural, hoy en día no tendría cabida en ningún desfile ni ninguna portada de revista. He de decir que hay alguna publicación que ha llevado a mujeres de verdad a sus portadas, incluso alguna marca publicitaria se ha dado cuenta de que los tiempos cambian y nosotros con él, bien hecho aunque de la sensación de que es tan solo una lavada de imagen, que no cuajará que las mujeres que no marcan hueso se vuelvan a poner de moda.
Hay que reflexionar y darse cuenta de que hay varias expresiones que van perdiendo fuerza con los años. Estar como un queso, imagino que es estar redonda, gustosa y llena de gracia y sabrosura. Estar jamona, no me imagino decirle eso a una persona de la talla 34, o eso o tenemos frente a nosotros una jamón raquítico o el hueso en sí para hacer un caldo. Y ¿eso de estar como un tren? O han inventado un trenecito o lo podríamos usar en plan imaginando un tren de esos de juguete. Por no decir que decirle a una de estas mujeres con los cánones de belleza actuales eres un bombón pierde todo tipo de sentido o el relleno del mismo, no lo sé.
Una servidora que está como un tren de mercancías, está jamoncísima, soy como una caja entera de bombones y estoy como un Comté (queso de tamaño gigante) de varios kilos pero que no suelo estar como un flan, por mucho que se empeñen algunos, os traigo una receta que da alegría a esas curvas y te ponen una sonrisa en la boca. No hay nada más sexy que una persona sonriendo. Sonrían porque la vida es bella.
Ingredientes.
1/2 litro de leche entera
4 huevos L
220 gr de Philadelphia (queso crema suave)
120 gr de azúcar
1 vaina de vainilla
Un trocito de cáscara de limón
*Para el caramelo:
125 gr de azúcar
6 cucharaditas de agua (unos 25 gr)
Cómo se prepara.
Empezaremos calentando la leche con el azúcar, la vainilla y un poco de cáscara de limón, dejaremos infusionar y dejaremos templar. Por otro lado batiremos los huevos con el queso crema, añadiremos la leche sin parar de batir. Prepararemos el caramelo poniendo el azúcar en un cazo,con el agua a fuego medio, cuándo veamos que el azúcar empieza a derretirse removeremos ligeramente hasta que vaya cogiendo un color caramelo rubio. Que no se os ponga negro por que amargará.
Pondremos el caramelo en el fondo de un molde grande o de varios moldes individuales. Sobre éste caramelo echaremos la mezcla del flan. Meteremos en el horno a baño María unos 60 minutos a 180 grados para tamaño grande, para vasos pequeños con unos 40 minutos será suficiente. Dejaremos enfriar antes de servir.
On egin!
