Cada época del año tiene su atractivo, lo que sí es verdad es que en la zona norte nos cuenta asumir que nuestro verano sea realmente corto. Dada esta situación tenemos que hacer el esfuerzo de ver el lado positivo de este otoño en el que ya estamos embarcados. La verdad es que no os quiero convencer de que pasear pisando hojas marrones, naranjas, rojizas… sea algo maravilloso, ni tan siquiera os voy a intentar abrir los ojos a esa luz única que nos brinda ésta época del año, ni de esos momentos en los que llegar a casa y prepararte una sopa puede ser tan satisfactorio como ese baño en la playa en pleno agosto. Además en cada época del año la naturaleza nos brinda productos exclusivos, no los podemos dejar escapar, hay que dar buena cuenta de ellos para guardar un buen registro para cuando no los podamos encontrar en nuestros mercados.
En otoño podemos encontrar castañas, hongos, alubias, uvas, calabaza, higos… Hoy os traigo una idea con éstos últimos, aunque para deciros la verdad poco proceso necesitan los higos frescos, en mi casa (#enmicasa) los acompañamos con una tabla de quesos y hacemos de ellos la mejor de las cenas rápidas. Pero hoy vamos a hacer una receta que os va a encantar, os va a chiflar y una vez la hayáis probado pasará seguro a esos imprescindibles para cuando queráis quedar como auténticos chefs. Me chifla traeros esas recetas que se que casi cualquiera (menos en el que no le apetece ni poner la mesa) puede preparar, incluso es una receta perfecta para compartir cocina con los más pequeños de la casa.
No hace falta que os diga que esta receta os sirve para preparar con otro tipo de frutas (manzanas, peras, melocotones…) y que acompañar estas galletes de una bola de helado o una crema fresca de yogurt o queso es el complemento ideal para presentar un plato de salirte los ojos de las cuencas (en plan dibujo animado japonés). El toque final siempre será una yerba fresca, ya sea hierbabuena, menta, romero fresco o tomillo.
Os animo a meteros en harina, a encender el horno para calentar la casa y a cocinar cosas ricas para tener el mejor ambientador que podamos tener, por que en un hogar que se cocina siempre hay más alegría.
GALLETES DE HIGOS
Ingredientes (para 4 galletes grandes o 6 de ración)
*Para la masa:
300 gramos de harina floja
200 gramos de mantequilla fría
50 gramos de azúcar blanca
1 pizca de sal
75 gramos de agua fría
*Para el relleno:
400 gramos de higos frescos
Azúcar moscovado (de caña integral sin refinar)
Romero fresco
Cómo se prepara.
Empezaremos preparando la masa. Pondremos en un cuenco la harina, el azúcar y la sal. Por otro lado cortaremos la mantequilla en dados y la añadiremos a los ingredientes secos, con las manos iremos mezclando e intentando crear una textura de haremos mojada, intentaremos non tocar demasiado para no calentar la mantequilla. Cuando tengamos algo mas o menos homogéneo lo echaremos en la encimera e iremos añadiendo poco a poco el agua fría, mezclaremos con la ayuda de una rasqueta o espátula. Una vez tengamos una masa con la cual podamos formar una bola la porcionaremos en 100 gramos para una gallet de ración o a 150 gramos para hacerlas mas grandes, las dejaremos reposar en frío.
Dejaremos al menos una media hora en el congelador, sacaremos y estiraremos (no tienen quedar perfectas, las galletes siempre tienen un aspecto rústico), las pondremos en papel de hornear y meteremos al frigo una media hora.
Lavaremos y cortaremos los higos en cuartos y reservaremos. Sacaremos la masa de las galletes del frigorífico, pondremos los higos en el centro dejando dos o tres dedos de masa para poder cerrarlas, les echaremos azúcar al gusto y unas cuantas hojitas de romero fresco, cerraremos haciendo pliegues por toda la vuelta y dejaremos en el centro sin cerrar.
Hornearemos a 200 grados 15 minutos y a 180 unos 30 minutos. Sacaremos y dejaremos templa sobre una rejilla antes de consumir.
On egin!
Me gusta mucho tu blog! Las ideas y las fotos son geniales! ♥ Ya te sigo!
Bienvenida!