Es lunes, fuera llueve  hace frío otoñal y mi taza de café está mas humeante de lo que debería porque hoy necesito ese aporte de cafeína mas de lo me gustaría. En la tostadora un trozo de mi pan de espelta, en la mesa mantequilla y mermelada de higos, la menos esto hará que mi lunes sea menos lunes. La verdad es que este fin de semana me deja un buen sabor de boca, las cenas de chicas son una de las mejores terapias, de hecho debería de estar subvencionado por la seguridad social. Charleta, risas, brindis, mas brindis, deliciosa cena, baile, mas risas y vuelta a casa a una hora mas o menos… a una hora.

Una con cierta edad y experiencia no se plantea que cinco mujeres no puedan ir por la calle paseando a las tres de la madrugada de un sábado sin problema, no te planteas que si hace una noche maravillosa y apetece ir andando y repasando la noche entre risas te veas casi obligada a coger un taxi por se más seguro. No te planteas nada por que ellos van y vienen sin tener que vigilar su espalda, ellos van solos sin que ese concepto sea susceptible de ser utilizado en una justificación ante el ataque de un energúmeno. Las maneras de redactar noticias de violencia sobre las mujeres a veces es hiriente, malicioso y sumamente machista. Que una mujer puede ir sola, no es una irresponsabilidad porque nosotras no somos responsables de que unos cuantos nos consideren vertederos de sus incontinencias sexuales. Este fin de semana, en un barrio de mi ciudad, ha vuelto a ocurrir, una mujer ha tenido que sufrir un ataque a su libertad, por las mismas calles que mis amigas y yo volvíamos a casa después de una noche de chicas. Por calles iluminadas, en este caso llenas de gente por ser fiestas, calles que deberían ser seguras.

Todas luchamos por nuestra libertad, todas pensamos lo injusto que es tenerte que sentir insegura simplemente por ser mujer, todas en un momento dado se nos ha hinchado la vena hablando de este tema y nos hemos venido arriba en nuestros propósitos, pero la realidad siempre nos acaba poniendo en nuestro sitio. Esa realidad que te hace pensar en tu hija cuando sea adolescente y le tengas que hablar de cómo se tiene que cuidar, por dónde tiene que ir, que nunca vuelva sola y todas esas tan injustas e injustificables. Cuánto trabajo por hacer, cuánto camino por recorrer y cuanta libertad por conquistar.

Terapia y reivindicaciones a parte, os traigo una receta para la buena gente panarra que me la habéis pedido. Recordaros que la espelta tiene gluten, que  a veces oigo cosas raras. Recordaros que ahora es época de encender el horno y recordaros que os dejaré un friki-vídeo en mi canalillo y que si me queréis ¡¡suscribanse!!

 

 

 

 

 

 

Pan de molde 100% espelta

Receta de ainaraloPlato: Panes, bollos y masas, Recetas tradicionales, Recetas vegetarianas
Raciones

6

raciones
Tiempo de preparación

2

horas 
Tiempo de cocinado

35

minutos

Ingredientes

  • 300 gramos de harina de espelta blanca

  • 100 gramos de harina de espelta integral

  • 175 gramos de agua

  • 75 gramos de leche entera

  • 30 gramos de mantequilla

  • 20 gramos de azúcar

  • 8 gramos de sal

  • 8 gramos de levadura fresca de panadero

Instrucciones

  • Empezaremos poniendo las harinas, el azúcar, la levadura y la sal en un cuenco grande, la mantequilla la dejaremos pesada para que se empiece a atemperar.
  •  Por otro lado pesaremos los líquidos, la leche y el agua, que añadiremos a los ingredientes secos que tenemos en el cuenco grande
  • Empezaremos a mancharnos las manos, a mezclar y cuando tengamos los ingredientes bien integrados y ese engrudo se empiece a parecer a una masa, empezaremos a amasar. Dejaremos reposar la masa unos minutos para a continuación añadir la mantequilla.
  • Amasaremos hasta que veamos que la masa tiene un aspecto liso y homogéneo. Para que esto suceda con facilidad, tenemos que amasar pocos minutos y dejar reposar otros tantos, en tandas.
  •  Haremos una bola con la masa y la pondremos en un cuenco tapado con film transparente, dejaremos fermentar (depende siempre de la temperatura de vuestra cocina) al menos una hora y media.
  • Transcurrido este tiempo sacaremos la masa, le quitaremos el gas y formaremos dándole primero forma plana y luego ir enrollando dándole un poco de tensión.
  • Pondremos dentro de un molde rectangular apto para el horno, a poder ser forrado de papel de horno, y dejaremos levar hasta que duplique y un poco mas su tamaño.
  • Tendremos el horno precalentado a 220 grados,  meteremos el pan y en la bandeja que hemos dejado en la parte inferior del horno, y que tiene que estar caliente, echaremos medio vaso de agua. Hornearemos con vapor 15 minutos, quitaremos la bandeja, bajaremos la temperatura a 200 grados y hornearemos 22 minutos mas. Sacaremos y pondremos a enfriar sobre una rejilla.

Vídeo de la receta

Notas

  • Si queréis hacerlo espelta 100% integral el porcentaje de líquido será mayor por el poder de absorción de la harina integral. En ningún caso será la misma receta.