Una que no es de tirar y menos cuando un apuesto hombre con delantal me trae una bonita caja de frutas a mi casa. Todo el romanticismo del momento se perdería si te contara cómo abrí yo la puerta. Nunca les pasa en las películas ¿verdad? Siempre están ellas tan perfectas y tan fantásticas. Yo abrí con el pelo alborotado, camiseta de tirantes unos “pantalones cortos” (yo confieso que eran unos gallumbos del susodicho) y lo peor, lo muy muy muy mucho peor, con cara de Panda. Si amigas y amigos la noche anterior caí sobre la cama desplomada y no me desmaquillé, ¡matadme! se que me lo merezco. Él dijo mi nombre y sonreía, -qué amble pensé yo-, me quité esa sensación de mi mente cuando entré con la magnífica caja de frutas que me mandaba Eroski y me miré al espejo. Joder, ¿así había abierto la puerta?

Menos mal que tengo mas que asumido que la perfección solo vive en las revistas de moda y en los programas de la tele, que en la vida normal todas alguna vez nos hemos levantado con el ojo pegado, con los pelos alborotados (que si es por haber pasado una buena noche es magnífico) y con cara de habernos tomado algún vinito de más la noche anterior.

Ahí me ví plantada con mi caja de frutas, pintaban genial y sabia que a mi cuerpo le iban a venir de puta madre (ups, digo de maravilla). Variedad en su justo punto de maduración. Fruta de verano, mi preferida. Melón, nectarinas, melocotones amarillos y rojos, albaricoques, cerezas y picotas.

Vi los albaricoques y sabía que terminarían en una tarta, vi las nectarinas y sabía que iba a ser la mermelada de mis próximas mañanas.

Además cuando una necesita mantener la mente ocupada lee, cocina o juega con su hija. Ya llevo 3 libros en poco mas de mes y medio, juego con mi hija todos los días y amaso y cocino como lo hacía antes. Me ayuda a escribir cosas mas positivas y cuando eso ocurre es por qué mi mente está haciendo un ejercicio enorme de conciencia que lo malo acabará pasando y que quizás algún día os contaré una historia para no dormir pero esa ya será otra historia, diferente, otra película para otro momento.

Hoy os dejo una receta para animados, necesitaréis vuestro tiempo pero el resultado merece la pena. Haced la receta entera de base para tarta y congelarla, os aguantará un par de meses en el congelador sin ningún problema.

tarta de albaricoque y caramelo

Ingredientes.

*Para la masa:

150 gr de harina para repostería

80 gr de almendra molida

100 gr de mantequilla

1 huevo

50 gr de ázucar glas1 pizca de sal

*Para el relleno:

Crema pastelera

(2 yemas, 240ml de leche, 75 gr de azúcar, 25g de maicena, 25 gr de harina, corteza de limón, canela en rama y vainilla)

500 gr de albaricoques sin hueso

150 gr de azúcar

35 gr de mantequilla

Cómo se prepara.

No os asustéis que parece mucho pero no lo es. Empezaremos por la masa, la cantidad es como para dos tartas medianas, podemos congelarla, nos aguantará un par de meses. Mezclaremos la harina, con la almendra molida, el azúcar glas y la pizca de sal. Por otro lado cortamos la mantequilla en dados y la añadimos, restregamos con suavidad con las manos hasta conseguir una mezcla como de arena mojada, en ese momento añadiremos el huevo, mezclaremos bien. Taparemos con film de cocina y lo meteremos al frigorífico.

`tarta de albaricoque montaje

A continuación prepararemos la crema pastelera (link de mi receta). Sacaremos la masa del frigo y la estiraremos, no la queremos muy gorda, de un par de centímetros a lo sumo. Forraremos el molde y lo meteremos un poco al frigo. Calentaremos el horno a 200 grados y hornearemos la base entre 15 y 20 minutos.

Partiremos los albaricoques a la mitad, habremos puesto el azúcar y la mantequilla a fuego medio fuerte, cuando empiece a tomar un color rubio meteremos los albaricoques sin hueso, partidos  a la mitad y con la piel para arriba. Tan solo unos minutos.

tarta de albaricoque

Pondremos la crema en la tarta, una capa de menos de un dedo, luego pondremos los albaricoques en orden y con la piel arriba, parte del caramelo formado lo añadiremos y el resto lo reservaremos para adornar la tarta.

Hornearemos a 210 unos 20 minutos y a 200 unos 5 minutos mas. Sacaremos y dejaremos enfríar sobre una rejilla. La decoración de caramelo la haremos poniendo pequeños hilos sobre un papel de hornear y dejando que se enfrie, estos hilos los pondremos sobre la tarta.

corte de tarta

¡Buen provecho!  On egin!